AMIGOS PARA SIEMPRE.

Cariño + confianza + sinceridad + respeto + lealtad + consuelo... factores que en perfecta ecuación, se multiplican entremezclándose uno con otro, jamás uno sin el otro, siempre sumando en ideal combinación, sin restas ni divisiones, para finalmente encontrar el resultado en una de las palabras más hermosas jamás pronunciadas: AMISTAD.

Mi amigo eres tú, un ser que puede escucharme hasta el cansancio, en la más infinita paciencia sin un solo gesto de aburrimiento.

Mi amigo eres tú, que siente como propios mis sentimientos ya sean buenos o malos y jamás los censura, solo los deja entrar en su corazón.

Mi amigo eres tú, a quien puedo compartir mis secretos más íntimos y siempre habrá una palabra de comprensión, jamás de burla o desdén.

Mi amigo eres tú, con quien puedo libremente reír o llorar y sé que si lloro jamás reirás de mi llanto y si río, tu risa hará eco conmigo.

Mi amigo eres tú, que jamás mientes, que puedo leer en tus ojos oscuros pero claros de transparente verdad, que sabes que una mentira pequeña es una cuarteadura que va creciendo y termina por romper la frágil vasija de cristal en que se guarda el delicado tesoro de nuestra amistad.

Mi amigo eres tú, que comprendes que no existen las mentiras blancas, ni las mentiras pequeñitas, que todas las mentiras son de un solo tamaño y de un solo color, el color del dolor, el color de la traición, el color del desaliento y el llanto.

Mi amigo eres tú, que siempre está tu mano abierta hacia mí, como la potente luz de un faro rompiendo las tinieblas, cuando en la oscuridad de una noche tormentosa, mi alma navega extraviada en un barco llamado Dolor.

Mi amigo eres tú, que cuando más te he necesitado, cuando la angustia me oprime tan fuertemente el pecho queriendo asfixiarme, ahí está siempre tu presencia, salvadora de las garras de la desesperación.

Mi amigo eres tú, con quien es posible pensar en voz alta, sin que mis pensamientos sean como un eco en tí siempre asintiendo.

Mi amigo eres tú, que eres sonrisa tierna para mis sonrisas, aún cuando tu corazón lo embargue a veces el dolor.

Mi amigo, eres tú, que sabes guardar silencio cuando a ratos las palabras se esconden negándose a mostrarse, y aún así, acompañas mi quietud, y con una sonrisa de comprensión disfrutas mi silente cercanía.


Mi amigo, yo misma en otro corazón,
mi amigo, un amigo para siempre, ESE ERES TÚ!.

autor: Sara fuentes (mexico)