Campesina
Enaguas hasta el tobillo
sin pintura y 2 trenzas
6 hijos, 2 perros
y un jacal hecho de adobe,
es todo su gran tesoro
que no hay nadie que le robe.
Ella no sabe que es internet
ni subir escaleras eléctricas
o cómo cotiza el dólar hoy,
ni quién gano las elecciones,
o si Calvin Klein subió la falda
arriba de los talones.
El cansancio la domina
de tanto andar por la milpa
cosechando las mazorcas,
lavando ropa en el río,
más atender a ese crío
al que le dió mal de ojo.
Surca por verdes veredas
que ella misma va formando
con un machete a la mano
siempre alegre va cantando...
no teme a los animales
que no dejan huellas digitales
Ama el olor del verdor
del campo recién llovido,
el canto y el aleteo
de las aves no enjauladas,
y el aire de la montaña
que siente tan agradable
a las seis de la mañana.
Pero más ama a su hombre
campesino en piel tostada
producto del sol ardiente
él es bravío, fuerte y sabio
con la sabiduría que los viejos
le enseñaron en su niñez
hace ya muchos años.
Cae la noche, él va llegando,
cansado, la piel caliente,
los chicos ya se durmieron
ella le aguarda impaciente...
siempre con una sonrisa
le prepara ya la cena
sin mostrar nunca una pena.
El sudor del hombre rudo,
y el olor de los frijoles
negros con epazote
que espesos humean
sobre la tiznada chimenea
se confunden esa noche
dentro de la humilde choza.
!que suerte tiene esa mujer
con esa vida tan simple!
con esa vida calmada
y ese amor tan sosegado!
!que suerte tiene esa mujer
de estar hecha de sol,
de aire, de tierra y campo!
¡que suerte tiene esa mujer!
2 comentarios:
¡Qué bonito poema!
Felicidades por esta lírica!
y Felicidades, aunque algo retrasadas, por el día de la madre y de la mujer en general!
.Gs.
Gracias por tus palabras Gs, gracias por seguirme y por asomarte a este espacio.
un abrazo.
alma arabesca
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